Desde hace unos días circula por las redes sociales esta imagen que utiliza la pantalla de apagado de Windows para crear una metáfora política. Ni la idea ni su puesta en práctica han surgido en la sede de Unión Progreso y Democracia. Simplemente a alguien se le ocurrió, lo compuso y lo circuló entre sus seguidores y amigos. No hubo un encargo ni forma parte de una estrategia deliberada, sino que es el fruto de la sociedad civil expresándose. Porque no son otra cosa las redes sociales, o al menos así se entiende desde UPyD. El partido magenta difunde sus ideas y propuestas a través de la red y confía después en generar conversación y debate. Y tiene la gran suerte de recibir la ayuda desinteresada de innumerables simpatizantes que aportan su talento y su trabajo a una causa en la que creen.
Pero hay otra forma de entender la red 2.0. El Partido Popular está promoviendo entre los internautas "que les cedan temporalmente sus perfiles" privados para que repliquen los contenidos que se generen desde los perfiles oficiales. Dicho de otra manera: piden a los ciudadanos que se conviertan en replicantes durante unos días. Habrá que entender que no confían en que sus propuestas e ideas, en caso de existir, susciten el interés espontáneo de los usuarios de redes sociales. También podemos suponer que entienden el éxito en el entorno digital como una cuestión simplemente numérica: creen que si consiguen un altavoz más potente sus argumentos sonarán más creíbles. Peculiar idea de democracia en la que se buscan voceros en lugar de ciudadanos. ¿Sueña el PP con votantes mecánicos?
Pero hay otra forma de entender la red 2.0. El Partido Popular está promoviendo entre los internautas "que les cedan temporalmente sus perfiles" privados para que repliquen los contenidos que se generen desde los perfiles oficiales. Dicho de otra manera: piden a los ciudadanos que se conviertan en replicantes durante unos días. Habrá que entender que no confían en que sus propuestas e ideas, en caso de existir, susciten el interés espontáneo de los usuarios de redes sociales. También podemos suponer que entienden el éxito en el entorno digital como una cuestión simplemente numérica: creen que si consiguen un altavoz más potente sus argumentos sonarán más creíbles. Peculiar idea de democracia en la que se buscan voceros en lugar de ciudadanos. ¿Sueña el PP con votantes mecánicos?
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